La valiosa lección que un profesor de Gijón le dio a sus alumnos sobre acoso escolar
El docente utilizó un billete de 50 euros para concienciar contra el "bullying"
La valiosa lección que un profesor de Gijón le
dio a sus alumnos sobre acoso escolar ¿Se puede hacer una metáfora
contra el acoso escolar con un billete de 50 euros? Sí. Un profesor
de Gijón lo consiguió ayer. Carlos Llaca, docente de
Primaria, utlizó ayer papel moneda y una metáfora que aprendió
hace tiempo para que sus alumnos entendieran qué es el
"bullying".
La excusa era buena. Hace dos días se celebró a nivel mundial el día contra el acoso escolar. La explicación que dio Llaca a sus alumnos sobre el "bullying" fue sencilla y directa. Para que la pudieran entender. Así la relataba el profesor en sus redes sociales: "Hoy les dije a mis alumnos, ¿quién quiere este billete? y todos lo querían. Después lo arrugué, lo tiré al suelo, lo pisé y "le dije" que era inútil, no valía nada y daba pena verlo. Les volví a preguntar si lo querían y todos decían que sí. Entonces les expliqué que ese billete era cada uno de ellos. Y que cuando les insultan, menosprecian o les tratan mal, jamás pierden lo que de verdad valen, al igual que el billete sigue valiendo 50 euros, aunque lo pise y lo arrugue. La idea no es mía, pero les sorprendí con una reflexión tan simple como vital en su crecimiento. Que nunca permitan que nadie les haga sentirse menos que nadie".
La excusa era buena. Hace dos días se celebró a nivel mundial el día contra el acoso escolar. La explicación que dio Llaca a sus alumnos sobre el "bullying" fue sencilla y directa. Para que la pudieran entender. Así la relataba el profesor en sus redes sociales: "Hoy les dije a mis alumnos, ¿quién quiere este billete? y todos lo querían. Después lo arrugué, lo tiré al suelo, lo pisé y "le dije" que era inútil, no valía nada y daba pena verlo. Les volví a preguntar si lo querían y todos decían que sí. Entonces les expliqué que ese billete era cada uno de ellos. Y que cuando les insultan, menosprecian o les tratan mal, jamás pierden lo que de verdad valen, al igual que el billete sigue valiendo 50 euros, aunque lo pise y lo arrugue. La idea no es mía, pero les sorprendí con una reflexión tan simple como vital en su crecimiento. Que nunca permitan que nadie les haga sentirse menos que nadie".
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